cada vez que salgo por la estación de Chamartín me fijo en la misma columna,
en la que me esperaste apoyada con flores,
flores para mí,
yo volvía de ver a los Libertines,
tú llevabas una camiseta azul eléctrico,
estabas guapísima,
y volvimos juntos a casa,
ahora salgo siempre por esa puerta,
y me acuerdo de ese día,
y pienso que ojalá estuvieras ahí otra vez,
de repente has cogido un avión a España,
y te ha dado tiempo a pasar por la floristería,
y a llegar a la estación,
y yo llego a las 11,
y me emociono al verte,
y los dos corremos el uno hacia el otro,
como hacíamos en los aeropuertos cada vez que íbamos a vernos.
El último día que te vi me fui con prisa,
no sé por qué,
estoy intentando recordar,
creo que me agobiaban las despedidas,
y pensaba que en un par de semanas volaría a verte,
yo qué sé,
me iría porque tendría pis,
o porque quería llegar a entrenar,
si ahora me contaran cómo iba a cambiar todo en tan poco tiempo,
me hubiera quedado contigo en el aeropuerto horas,
habría pagado un vuelo para poder entrar contigo a esperar,
yo qué sé,
espero que estés bien,
ojalá salga el sol hoy en tu país,
y te fumes un cigarro en la terraza acordándote de nosotros,
y que de vez en cuando mires al cielo y te enfades porque nos saliera mal,
o no,
no lo sé,
el tiempo dirá